El segundo gran error, tanto por parte del partner, como del cliente, es creer saber todo lo necesario para personalizar el Navision en una implantación con muy pocas tomas de contacto.
Ni el partner en unas pocas visitas comerciales más otras tantas de toma de requerimientos puede conocer toda la casuística de tu empresa y tu negocio, ni el cliente que compra Navision puede decidir cómo debe adaptar la aplicación a su modelo de negocio si aún no conoce en profundidad el producto, cómo funciona ni la información que te da.
Hace unos días, nuestro reputado colaborador “Henry Blacksmiths” nos abría el debate sobre los llamados “verticales” de Navision. Como bien nos comentaba, nadie conoce el modelo de negocio como uno mismo, y querer implantar un vertical, a la larga puede dar más problemas que beneficios, y los menores costes iniciales se pueden convertir en el medio y largo plazo en costes mucho mayores, llegando incluso a tener que empezar casi de cero.
No puedes dejar que alguien externo decida por ti.
Y todo porque resulta que lo que pensábamos inicialmente que encajaba como un guante, nos damos cuenta, varios meses después, que el guante es cuatro tallas mayor, y no está hecho para unas manos tan pequeñas. No puede dejar que un comercial externo, alguien que no les conoce, le diga cuál es el mejor producto que le encaja, porque intentará siempre venderle el producto que más le interesa a él, y no siempre coincide con sus necesidades.
Y todo porque resulta que lo que pensábamos inicialmente que encajaba como un guante, nos damos cuenta, varios meses después, que el guante es cuatro tallas mayor, y no está hecho para unas manos tan pequeñas. No puede dejar que un comercial externo, alguien que no les conoce, le diga cuál es el mejor producto que le encaja, porque intentará siempre venderle el producto que más le interesa a él, y no siempre coincide con sus necesidades.
No hace mucho tiempo, un cliente que heredé de un partner tenía un súper vertical de producción, en un sector tan particular como el textil. Estaban totalmente descontentos porque su gente no era capaz de trabajar con el ERP. Resulta que esta empresa, que efectivamente es textil, con sus particularidades de tallajes y colores, no se dedican a la fabricación. Ellos diseñan, subcontratan la fabricación y luego lo venden. ¡¡NO FABRICAN NADA!! Pues bien, alguien les convenció de que “su” vertical de producción textil era lo que necesitaban.
¿Por qué cree que su gente no ha conseguido adaptarse a Navision después de más de 2 años? Pues porque para dar de alta un producto, por ejemplo, tienen que pasar por más de 10 pantallas, con sus innumerables campos, la mayoría de ellos innecesarios puesto que están relacionados con producción y se acaban perdiendo y desanimando. Porque el partner encima les insistía en comprar más y más módulos, interesantes para una gran fábrica, pero carentes de sentido para una empresa de sus dimensiones. Y porque nadie del partner se tomó la molestia de pasar tiempo con ellos para detectar las carencias y analizar en conjunto donde estaba la raíz del problema.
La mejora continuada es creación continuada de conocimiento
Es como si a tu hijo pequeño le duele la tripa todos los miércoles por la tarde, y en vez de analizar por qué le ocurre (probablemente porque los miércoles le toca comer legumbre y le sienta mal), lo atiborras a medicamentos.
Ya lo decía Edwuard Deming, referente mundial en Calidad, “La mejora continuada es creación continuada de conocimiento”. Para mejorar hay que conocer, y eso no se consigue sin trabajar con el problema.
También puede darse el caso contrario, que sea el cliente el que decide, sin conocer en profundidad lo que le aporta Navision, (puesto que aún no ha trabajado con él) querer hacer un producto a medida, convirtiendo su ERP anterior, en uno exactamente igual, solo que bajo la marca Microsoft.
No existen los atajos cuando se trata de implantar Navision.
Cuando una empresa ya se ha decidido por Navision, no debe dejarse llevar por las prisas. Querer hacer mucho en poco tiempo, sin el conocimiento suficiente te lleva inexcusablemente al fracaso en la implantación.
Es necesario buscar el equilibrio entre:
- Lo que es suficiente y fundamental para arrancar con la aplicación.
- Lo que es necesario para no perder funcionalidad con respecto al ERP anterior
- Y lo que es fundamental para dar un plus al negocio y poder sacar mayor provecho a Navision:
- Recortando tiempos en la alimentación de la información
- Evitando duplicidades y tiempos de trabajo muy manual que no aportan valor
- Contar con una herramienta fiable, capaz de extraer, rápida y cómodamente información clave para la toma de decisiones en la empresa.
Conozco de empresas que han terminado cambiando de partner a los seis meses del arranque porque decían que no les funcionaba nada, y daba muchos problemas y nadie les atendía.
Viéndolo con ellos, una vez que han conseguido estabilizarlo más o menos, se dan cuenta, de que han cometido un error de base, que fue querer trabajar tal y como trabajaban antes de Navision, con un montón de controles e informes totalmente innecesarios en Navision.
Y cuando llegas allí, y te cuentan cómo introducen la información, y tú les enseñas que con Navision estándar pueden conseguir lo mismo, pero en un solo paso, es cuando empiezan a darse cuenta del error. El problema en muchos casos es que ya es tarde, y cambiar todo lo hecho puede resultar contraproducente, entre otras cosas porque es difícil determinar las implicaciones que tienen en todos los módulos de Navision un cambio de algo que no es estándar.
En definitiva, tener un Navision plenamente operativo, adaptado a las necesidades de una empresa no se consigue en unos pocos meses. Debe tener conciencia de eso cuando una empresa decide implantarlo, y avanzar con paso firme, sin prisa pero sin pausa. Trabaje con los mejores, déjese asesorar por profesionales con dilatada experiencia en consultoría, y vaya modelando el producto a sus necesidades según vaya conociendo las ventajas y desventajas de Navision.
Por supuesto, puede contar con nosotros si tiene dudas, si necesita asesoría, o una auditoría para conocer en qué estado está su Navision y tratar de avanzar en la adaptación del ERP y su modelo negocio a un entorno en el que sea su empresa la que gane, y no su acreedor de Navision.
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